Uno de los puertos más transitados por los cruceros es el de Messina, en la isla de Sicilia. Su estratégico emplazamiento, tan céntrico en el Mediterráneo, lo sitúan como el lugar ideal para hacer una escala en un recorrido que nos lleve desde las costas españolas, pasando por las francesas, a la costa italiana o la tunecina, entre otras. Suele, además, ser puerto de atraque en los recorridos que se hacen en dirección al Mediterráneo Oriental.
Sicilia es la isla mediterránea de mayor tamaño y cuenta con un brillante e interesantísimo pasado histórico en el que han dejado huella muchas antiguas civilizaciones, desde la romana, hasta la bizantina o la árabe. Ha estado bajo gobierno de la corona catalano-aragonesa e incluso ha sido puerto de los antiguos fenicios, entre otros.
Precisamente el de Messina es un bello puerto natural que se asoma a esta simbólica localidad que se caracteriza por sus palacios, fuertes e iglesias. Se encuentra demás a relativa poca distancia de ciudades importantes como Taormina o Catania, y es además, Sicilia, la sede de un importante volcán aún activo: el Etna, al que suelen ofertarse excursiones en la escala crucerista. Cuenta en las cercanías la isla también con otra pequeña isla en la que está otro famoso volcán literario, el Strómboli, también activo, que fuera protagonista de la inmortal obra de Julio Verne, “Viaje al centro de la Tierra”.
Son sus paisajes, en general, áridos por el intenso calor que suele sufrir Sicilia durante casi todo el año, y es la presencia de estos volcanes, así como su situación morfológica, la que haga que la isla sufra a veces de movimientos sísmicos.
Sicilia se encuentra a apenas cinco kilómetros de la península italiana (para situarnos, en la punta de la bota que forma la orografía de Italia) y cuenta con unos 250.000 habitantes, siendo su capital, Palermo
UN POCO DE HISTORIA
Según relata Homero en La Odisea el estrecho era habitado por multitud de sirenas que intentaron parar a Ulises para que fuera atacado por Escila.
Su historia está ligada al estrecho y al mar, por donde llegaron griegos, romanos, bizantinos, normandos, españoles y franceses. Los cartagineses la invadieron en la primera guerra púnica, soportó la peste negra y desde aquí zarparon los barcos que ganaron en Lepanto. Cervantes se recuperó en su hospital. Su mayor auge es a principios del XVII, con dominio español, situándose entre las 10 ciudades más importantes de Europa.
Un terremoto seguido de un tsunami la arrasó en 1.908, la nueva ciudad mucho más moderna sufrió los bombardeos de la II Guerra Mundial y tuvo que rehacerse de nuevo.
Una de las ventajas que tiene Messina es que el puerto de cruceros es en el centro de la ciudad, por lo que uno baja y estás ya ahí listo para recorrer. Los destinos así son los mejores (y les menos) porque te permite volver al barco cuando quieras (por ejemplo para almorzar) y volver a bajar al rato
Una de las ventajas que tiene Messina es que el puerto de cruceros es en el centro de la ciudad, por lo que uno baja y estás ya ahí listo para recorrer. Los destinos así son los mejores (y les menos) porque te permite volver al barco cuando quieras (por ejemplo para almorzar) y volver a bajar al rato
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